23 may 2011

SAN MARTÍN DE FRÓMISTA


En la provincia de Palencia, en plena "Tierra de Campos", se encuentra Frómista. Es una localidad que en la actualidad tiene unos mil habitantes. Su economía se ha basado en el cultivo de cereales, especialmente el trigo, frumentum en latín. De ahí deriva su nombre.
Toda la comarca fue arrasada por los musulmanes en su invasión del siglo VIII, quedando la zona en una "tierra de nadie".  Tras la reconquista, Frómista fue repoblada por la condesa de Castilla, doña Mayor y su esposo el rey Sancho III el Mayor de Navarra. 

 Cuando doña Mayor quedó viuda dejó escrito en su testamento la voluntad de que parte de sus bienes se destinaran a la construcción de un monasterio benedictino.
 En la actualidad sólo queda la iglesia, que data de 1066. Bajo la advocación de San Martín, esta joya destaca  como una de las cumbres del estilo románico en España y aún en toda Europa.
San Martín de Frómista tiene íntima relación con otros monumentos románicos del Camino de Santiago (Catedral de Jaca o la basílica de San Isidoro de León).

Consta de tres naves paralelas de medio punto (semicirculares), cada una con su ábside (cabecera), y un cimborrio (Torre que realza una bóveda) octogonal en el crucero.
Desde el exterior, destacan dos torres cilíndricas a ambos lados de su fachada principal y los canecillos que decoran todo el alero de los tejados.
De este templo de sencillas lineas, nos llama la atención los capiteles de las columnas del interior. Una excelente galería fotográfica de ellos la tenéis pinchando AQUÍ.

La sensación de perfecta conservación del edificio se debe a una restauración llevada a cabo a finales del sigloXIX que, parece ser, la dejó desprovista de los canecillos de contenido explícitamente sexual.


 No puedo dejar esta nota sobre San Martín de Frómista sin hacer mención especial a D. Antonio García Omedes, que no supo negarse en la colaboración para este humilde trabajo.

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