17 feb 2012

CATEDRAL DE BARCELONA. Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia.

Dedicado con todo mi afecto a mi amiga Maite, en agradecimiento por su atenta presencia.

La primera imagen que se nos viene a la mente cuando hablamos de la Catedral de Barcelona es su fachada  gótica con dos altas torres laterales y otra central coronada por un cimborrio de 70 metros Esta fachada fue construida a finales del siglo XIX y se debe al plan de embellecimiento de la ciudad para la celebración de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
Sin embargo los orígenes del templo son muy anteriores. En el solar que hoy ocupa la catedral se levantó un templo paleocristiano, es decir de los primeros tiempos de la expansión del cristianismo antes del siglo IV. Una basílica de tres naves que al-Mansur destruyó en el año 925. Sobre ese templo se construiría un templo en la época visigoda. Sobre ella, tiempo después, una catedral románica y, por fin, el grueso de la catedral actual gótica se construyó durante los siglos XIII al XV.
Las obras  se iniciaron el 1 de mayo de 1298 durante el reinado de Jaime II según el modelo de tres naves con deambulatorio y capillas entre los contrafuertes a lo largo de todo el perímetro. Se terminó siendo rey de Aragón Alfonso V.
  Toda la Catedral es un inmenso tesoro del que, cuando lo visitemos, no dejaremos pasar por alto las 215 claves de bóveda que algunas alcanzan los dos metros de diámetro y cinco toneladas de peso, la impresionante sillería del coro de los siglos XIV y XV, el fabuloso órgano renacentista y todas las capillas que están a los márgenes de las naves laterales y en el deambulatorio (detrás del altar).
 Pegado al templo está el claustro, que en sí mismo ya es un precioso monumento. El centro está ocupado por un maravilloso jardín con palmeras, magnolios y una fuente en cuyo surtidor se hace cada año el tradicional "L'ou com balla" el día de Corpus Christi.

 En tres de las galerías del claustro hay capillas, algunas de ellas modernistas, panteones, esculturas y magníficas claves de bóveda como la que representa a San Jorge luchando con el Dragón.
Mención aparte merece la antigua sala capitular donde se custodia el Cristo de Lepanto. Esta imagen presidía la galera capitana de la armada cristiana que se enfrentó y venció a la flota otomana en el golfo de Lepanto el 7 de octubre de 1571.
















 El templo está bajo la advocación de La Santa Cruz y de Santa Eulalia de quién se conservan los restos en el sepulcro de una cripta bajo el presbiterio. El sepulcro es de estilo italiano y se sostiene sobre ocho columnas de mármol jaspeado. 
Eulalia era una niña dedicada a la crianza de ocas, nacida en el seno de una familia cristiana de las afueras de la ciudad de Barcino (Barcelona) a finales del siglo III.
En aquellos tiempos, el emperador romano Diocleciano emprendió una dura persecución contra los cristianos por lo que Eulalia, con trece años, escapó de casa a buscar al gobernador de Barcino para recriminarle las represiones a los cristianos. El gobernador entonces hizo prisionera a la niña y la sometió a trece espeluznantes martirios, tantos como años tenía la niña. 
 En el jardín del claustro se crían trece ocas blancas en recuerdo a Santa Eulalia.