27 abr 2011

SANTUARIO DE LOYOLA

En el término municipal de Azpeitia, en el valle de Iraurgui, a la orilla del río Urola se levanta solemne el Santuario de Loyola.

Impresionante conjunto monumental construido entre los siglos XVII y XVIII en torno a la Casa-torre de los Loyola donde nació san Ignacio de Loyola en el año 1941. Fundador de la Compañía de Jesús. En esta Basílica se convirtió en 1521. De estilo barroco y planta circular, está rematada por una majestuosa cúpula de 24 metros de diámetro y 65 metros de altura y una airosa linterna.

Fue diseñada por el insigne arquitecto italiano Carlo Fontana, discípulo de Bernini, y realizada por los maestros vascos Zaldua, Lecuna e Ignacio Ibero. Fue inaugurada en el año 1738. Cuenta Además con otra importante joya, el órgano romántico de la afamada casa Cavaillé-Coll.
 El conjunto lo conforman:


LA SANTA CASA

Loyola es un enorme Santuario que, como veremos, además de su edificio principal, cuenta con otras instalaciones fuera de él. Pero todo este conjunto está edificado en torno a una reliquia que lo justifica: la Casa Torre medieval en la que Íñigo de Loyola, el futuro San Ignacio, nació en 1491 y se convirtió a Dios en 1521. El corazón de Loyola es esa Casa Torre, solar del linaje de Oñaz y Loyola, que hoy se conoce como la Santa Casa.
De época medieval, está acondicionada de manera que permite conocer cómo se desarrollaba la vida cotidiana de la familia de San Ignacio.
Angulo exterior nordeste: comienzo de la visita. En esta Casa Torre de Loyola nació en 1491 San Ignacio, autor del Libro de los Ejercicios y fundador de la Compañía de Jesús, y en ella se convirtió en 1521. Hoy la Casa Torre está engastada como una reliquia, entre una Basílica circular y el ala izquierda de un Colegio, pero desde su ángulo nordeste se pueden contemplar, íntegras y exentas, dos de sus fachadas.

Desde el exterior, lo que más resalta en la antigua Casa Torre es su neta división en dos partes superpuestas:

1- La mitad inferior, de piedra, casi ciega de huecos: una verdadera fortaleza, edificada a finales del siglo XIV por el tatarabuelo de Iñigo, Beltrán Ibáñez de Loyola.

2- La mitad superior
, de ladrillo, con numerosas ventanas y cuatro garitones ornamentales en los ángulos, adornada con festones de lacerías mudéjares: un palacio más que una torre militar. Es una reconstrucción realizada en 1460 por el abuelo de Iñigo, Juan Pérez de Loyola, a la vuelta del destierro al que, por levantisco, había sido condenado por el Rey de Castilla.

Un grupo de bronce a la izquierda de la puerta reproduce el momento en que Iñigo de Loyola, herido gravemente en la defensa del castillo de Pamplona, llega a su casa natal. Esto sucedía a finales de junio del año 1521.
Se trata de un hombre en crisis: no sabe si va a sobrevivir; no sabe si podrá seguir su carrera militar y cortesana. Menos aún sabe que durante su convalecencia en Loyola Dios le espera, para llevarle a poner en cuestión el planteamiento general de su vida, y hacerle experimentar una profunda conversión.
Las consecuencias de esta conversión dejarán honda huella en la historia de la Iglesia, y harán de esta Casa Torre la Santa Casa.

La piedra de armas de Loyola, colocada sobre la puerta, muestra una olla colgada de los llares y flanqueada de dos lobos rampantes.
En tiempos de Iñigo, el linaje y las armas eran dobles:
- las armas de Oñaz (siete bandas rojas o de gules sobre campo de oro).
- las armas de Loyola (la olla colgada de los llares, y los lobos rampantes, sobre campo de plata).

LA IGLESIA-BASÍLICA

En el centro del Santuario de Loyola se alza una imponente iglesia, dominada por una cúpula, y precedida por un amplio pórtico decorado en estilo churrigueresco, modalidad exuberante del barroco español. Con ella, una época de sensibilidad distinta de la nuestra expresó acertadamente el pasmo que le producía la entrega a Dios de Iñigo de Loyola.


SANTUARIO

Es un conjunto de edificios que flanquean la Basílica formando dos grandes alas que suman 150 metros de longitud. Con estas dos alas, y con su cuerpo posterior a manera de cola, el conjunto asemeja a una gigantesca águila de piedra.

Historia y contenido del Santuario de Loyola.

De acuerdo con la sensibilidad de la época que había encerrado en grandes templos las tumbas de los Apóstoles, la Porciúncula de Asís y la Santa Casa de Loreto, se decidió engastar la reliquia que era la Casa Torre, considerada ya como la Santa Casa, dentro de un gran relicario. Para su edificación,  el P. General de la Compañía, Juan Pablo Oliva (1664-1681) encargó el proyecto al arquitecto italiano Carlo Fontana (1634-1714), discípulo de Bernini. Fallecido en 1681 el Padre Oliva, su sucesor, el P. Carlos de Noyelle (1682-1686), remitió el proyecto a Loyola con orden de ejecutarlo al pié de la letra.

El gran edificio diseñado por Fontana y hoy realizado, presenta una fachada de 150 metros de anchura. En su centro hay un gran templo circular, cubierto por una cúpula asentada sobre un tambor y rematada por una linterna. A sus lados se extienden dos grandes alas, y se prolonga por detrás con un cuerpo central. Las tres plantas que se superponen en este conjunto están dominadas por cuatro áticos, dos por cada ala. Esta maciza estructura, cuya estética depende del equilibrio de los volúmenes, del reparto de los huecos, y de la calidad y los tonos del mármol gris o rosado con que esta realizada, estaba interiormente aligerada en el proyecto original por cinco grandes patios interiores.

Sobre el plano, este conjunto, hoy realizado con algunas modificaciones, se presenta como una gigantesca águila de piedra, en la que la reliquia que es la Santa Casa está engastada y como cobijada entre el templo circular y el ala sur. Hemos dedicado ya un amplio espacio para presentar el exterior y las cuatro plantas de la Santa Casa, ese núcleo esencial del Santuario de Loyola.

Al otro lado del templo circular, un espacio simétrico con respecto a la Santa Casa está reservado a los herederos del Señorío y mayorazgo real de Loyola.

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