28 sept 2011

SAN JUAN DE GAZTELUGATXE

En el término municipal de Bermeo, (Vizcaya) se encuentra uno de los paisajes naturales mas bonitos de España. La carretera que lleva hasta Bakio recorre la costa bravía del cantábrico. En un punto nos quedamos boquiabiertos al contemplar el escenario que la naturaleza nos presenta. Dos islotes rocosos frente a la agreste costa vizcaína. Uno de ellos, el peñón de Aketze, se encuentra aislado. El otro se une a tierra firme por un estrecho puente construido sobre las rocas. En lo alto de este islote hay una ermita dedicada a San Juan. Para llegar a ella hay que subir los 231 escalones que, serpenteando el peñón, nos conducen hasta la cima a 150 metros sobre el mar.
LA ERMITA
 Data del siglo X y muchos dicen que tiene origen templario. En su emplazamiento hubo en tiempos plenomedievales una fortaleza ya desaparecida. De ahí su nombre de "Gaztelugatxe", que en vascuence significa "castillo áspero" según la interpretación del antropólogo Julio Caro Baroja.
El que a mediados del siglo XI fuera señor de Vizcaya, D. Íñigo López, donó la ermita al abad del monasterio de SAN JUAN de la Peña (Jaca, Huesca).
 Muchas vicisitudes ha sufrido a lo largo de su historia. A finales del siglo XVI fue saqueada por el corsario Francis Drake. Ha sufrido varios incendios, el último -provocado por "algunos" vecinos del propio Bermeo- en noviembre de 1978, que la destruyó por completo.
 La ermita que hoy podemos ver es la reconstrucción de 1980.
El edificio es de suma sencillez.  Planta rectangular, una sola nave, contrafuertes al exterior y ábside poligonal. Está realizada en mampostería, con cubierta  a dos aguas, y posee espadaña de sillería. Bajo esta se aprecia un  relieve de San Juan Degollado.
 La entrada al templo es bajo arco de medio punto adelantada ligeramente. 
En el interior llaman la atención tres exvotos de navío que cuelgan del techo y que han dejado ahí marinos, arrantzales,  que se han salvado de algún naufragio.  Peculiar decoración  la ofrecida por la proa de un barco que adorna el altar y los cuadro de marinas por toda la ermita.

La tradición cuenta que Juan el Bautista llegó a tocar tierra en este punto de la costa vasca dejando sus huellas marcadas en la roca en cuatro lugares diferentes:
- En el arco de San Juan en el propio casco urbano de Bermeo.
- Junto al caserío Itsasald.
- En el alto de Burgoa.
- Junto al caserío de Ermu.







3 comentarios:

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Menudos paisajes más espectaculares y llenos de historia! Ya tienes un seguidor más.

Saludos desde el blog Reinado de Carlos II.

Pedro de Mingo dijo...

Me he quedado impresionado con este lugar, si tengo oportunidad de volver por el norte no dejaré de visitar San Juan de Gaztelugatxe.

Gracias por mostrarnos este recóndito lugar.

Un saludo.

concentradoestoy dijo...

Muchas gracias por tu visita, CAROLVS II. Muy ilusionado por tu seguimiento de este humilde espacio.
Sí que es un paraje precioso, Pedro de Mingo. Digno de ser visitado.